lunes, 20 de febrero de 2012

Ser valiente no es solo cuestión de suerte.

Carnaval, esa época del año en la que todos nos ponemos una careta y salimos a bailar.
Según se acercaban éstas fechas, se me vino a la cabeza el hecho de que quizá para algunas personas todo el año sea carnaval, pues son muchos los "fantasmas" que conozco.
Pero acto seguido pensé que en realidad toda nuestra vida es un carnaval, todos alguna vez en nuestra vida hemos sido quién no somos, hemos intentado emular a quién admirábamos y no nos dimos cuenta de que lo que realmente valía era lo que estaba dentro de nosotros. 
Sin ir más lejos, las chicas, en su mayoría, disfrazamos nuestra cara con diversos productos de maquillaje, y  los chicos, sobre todo últimamente, con sus músculos de gimnasio o sus pelos cuidados perfectamente y orientados a la moda de ese momento.
Es posible que esas caretas nos den más seguridad, pero algún día deberíamos pararnos a pensar y ver que el día que nos quitemos la careta y nos queramos tal y como somos, habremos descubierto el verdadero sentido de cada uno de nosotros.
Hay una frase que siempre recordaré: "Lo superficial  con el tiempo envejece, lo personal se enriquece".
Es cierto que no es tan fácil la práctica como la teoría, pero con el tiempo descubriremos que desenmascararnos puede darnos la tranquilidad de no ocultar continuamente algo que realmente puede ser maravilloso sin que nosotros lo sepamos. 

Feliz Don Carnal.



"...No digo lo que digo,
hago lo que no hago.
Al revés, al revés.
Porque ser valiente
no sólo es cuestión de suerte.

A veces no soy yo, busco un disfraz mejor
Bailando hasta el apagón
Disculpad mi osadía..."

(Vetusta Morla)