jueves, 1 de septiembre de 2011

Estereotipos.


A menudo nos convencen de que hay determinados momentos para realizar ciertas actividades. Es obvio que ir a bañarte en la playa solo se puede hacer cuando hay buen tiempo, aunque siempre hay algún loco que lo hace en pleno invierno, dicen que es bueno para la salud… Pero quiero ir más allá de un baño en Diciembre, quiero hacer ver, que no por ello es alguien raro. De hecho, a veces, de los normales es de quien debemos de preocuparnos.
Por ejemplo, suelen decirnos que el paraguas has de sacarlo cuando llueva, pero, ¿y si a mí me gusta sentir el agua de la lluvia mojando mi cara, o correr como una niña debajo de la lluvia dejando que las gotas empapen hasta el último recoveco de mi cuerpo?, de hecho, quizás no me guste el sol, y por eso quiera utilizar mi paraguas en pleno julio, para que el sol no roce mi piel. Supongo que estamos marcados por estereotipos, si alguien saliera a la calle con un paraguas un 15 de Julio, le miraríamos y cuchichearíamos con nuestro acompañante en ese momento, unas cuantas palabras tales como: “está loco”, “este tío es imbécil”. Pero ah, hace unos meses, escuché una frase que creo que me marcaría para el resto de mi vida: “estás loca, majareta, rematadamente ida, pero ¿sabes una cosa?, las mejores personas lo están”. Es cierto, dejemos que esa persona se esconda del sol y salude a la lluvia con miles de sonrisas, quizás esa persona sea bastante más feliz haciendo eso, que nosotros siguiendo las normas de la sociedad, como si fuéramos las más dignas ovejas del redil.  Dejemos que cada persona se marque sus pautas y sus normas, al fin y al cabo, nadie es libre para tirar la primera piedra, estoy segura de que todos, aunque sea en el lugar más escondido de nuestras vidas, hemos cometido alguna locura.

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