miércoles, 21 de diciembre de 2011

Se llama Navidad

Curiosos estos días que hacen que finalice el mes de Diciembre, estos días que han sido denominados desde hace muchos, muchos años, "días navideños". Y digo curiosos sí, pues son capaces de traer tanto buenos como malos recuerdos a las personas. Yo, estoy en el medio, pues adoro la Navidad, no lo puedo negar, pero a la vez aborrezco estas fechas. Quisiera exponer mis motivos, pues al fin y al cabo todo tiene un por qué en esta vida. Adoro la Navidad porque me encanta reunirme con mi familia, cantar villancicos, reírnos a carcajadas en plenas campanadas y no comernos las uvas, o me gusta acordarme de cuando era pequeña y esperaba a los reyes como si no hubiera nada más importante en aquél momento. Sin embargo por todas las mismas razones aborrezco la navidad, pues ya no estamos todos los que éramos, no cantan las mismas voces y algunas risas ya no se oye entre las nuestras, y si me acuerdo de cuando era pequeña, mi aborrecimiento aumenta aún más.
 Sin embargo he de sacar algo positivo de todos estos días, tanto de lo malo como de lo bueno (aunque de lo bueno es más fácil sacar cosas positivas) Lo bueno de lo malo, es que los recuerdos nunca se pierden, y que a pesar de que ellos ya no estén, seguirán estando en mis recuerdos y de ahí, de momento, nunca se irán. 

¡Felices Fiestas a todos!

martes, 6 de diciembre de 2011

Nos importan más las noticias de ahí fuera, que las de ahí dentro...

Bianca miraba como caía la nieve a través de la ventana de su habitación, y a la vez sonreía. Diciembre era su mes favorito y aquella nevada confirmaba que ese mes ya estaba ahí. Se incorporó al oír la voz de su madre llamándola para cenar, corrió hacia las escaleras y bajó para sentarse a la mesa con sus padres y con su hermano. Mamá le sirvió la sopa como cada noche y después mientras cenaban miraban absortos a la televisión, también como cada noche. Era una costumbre que Bianca no entendía muy bien, pues papá llegaba justo antes de la cena a casa, y casi no podía hablar con él sobre las historias que le habían pasado en el cole.
Así que como siempre, Bianca terminaba de cenar, les daba un beso a sus padres y a su hermano y se subía a su habitación para meterse en la cama y esperar a que Morfeo la atrapase entre sus garras para sumirla en el más profundo de los sueños. Fue en uno de esos sueños en el que Bianca soñó que su padre ya no asistía a ninguna de sus cenas, y cuando terminaba de cenar ella solo daba un beso a mamá y otro a Darío, pero papá…papá no estaba. Bianca se despertó confundida, y a la vez asustada. Cuando bajó a desayunar, le contó el sueño a su madre y esta no le dio la menor importancia, solo le dijo que los sueños no querían decir nada, eran sueños y nada más. Aún así Bianca no estaba a gusto y aunque en el cole se distrajera bastante entre juegos y aprendizajes, cuando llegó la hora de irse a dormir deseo con todas sus fuerzas no volver a soñar algo parecido. Sin embargo volvió a suceder, esta vez estaban en una playa y Bianca veía como mamá jugaba con su hermano, pero cuando ella buscaba a papá para jugar, él no estaba, y por mucho que corriera por la playa en su búsqueda, él no aparecía.
Los sueños se fueron sucediendo, y aunque ella estaba muy asustada prefirió no contárselo a su madre pues ella le había dicho anteriormente que no debía preocuparse por algo así. Las semanas pasaban, incluso los meses, hasta que llegó al peor de los sueños, se vio vestida de negro, llorando, rodeada de mucha gente, también vestidos todos de negro y al lado un montón de tierra, además había una cruz y un sacerdote que oficiaba una misa. Esta vez Bianca se despertó empapada en sudor y pegando un salto de la cama, se fue corriendo a la cama de sus padres, despertó a su padre y le abrazó como nunca lo había hecho. Juan (su padre) estaba contrariado, no sabía porque su hija de ocho años había ido corriendo hasta su cama a las tantas de la mañana simplemente para darle un abrazo, sin embargo algo dentro de él supo que ese abrazo había sido lo más reconfortante de todo el día.
Juan le preguntó a Bianca que era lo que le ocurría, ella le dio la mano y le pidió por favor un vaso de leche. Juntos bajaron a la cocina, y entre sollozos Bianca le contó a su padre todo lo que había soñado a lo largo de esos meses. Juan no pudo evitar llorar y apretar la mano de su hija todo lo fuerte que podía, así hasta que amaneció.
 A partir de ese día, su padre apagó la televisión mientras cenaban y acompañaba todos los días a sus hijos a meterse en la cama. Desde que Juan practicaba ese ritual, Bianca no había vuelto a soñar con la pérdida de su padre. Con el tiempo, ella  entendió que lo que le había ocurrido en aquel entonces era que su padre no aparecía en su vida excepto para cenar, y aún siendo ese el único momento del día que compartían, él sólo miraba a la televisión, como si lo único que le preocupase fueran las noticias de ahí fuera y no las de ahí dentro. Así que, por eso ella soñaba con la pérdida de su padre, pues inconscientemente veía que si su padre seguía por aquél camino, en el futuro sería un total desconocido para ella.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Caminante no hay camino, se hace camino al andar

Ayer según viajaba por la carretera en la parte trasera del coche de mi hermano, me dio por pensar que la vida es igual que un viaje, siempre hemos de ir hacia delante y si queremos retroceder deben ser como máximo 15 metros, igual que la norma establecida por la DGT para la conducción, pues si nos da por retroceder en exceso quizás después no sepamos volver al camino en el que estábamos.
Otra de las cosas que creo que relacionan viajes en coche con la vida es el hecho de que siempre habrá varias opciones para escoger el camino, ya que suele haber varias carreteras que te lleven al mismo destino, pero ahí está la cuestión, "todos los caminos llevan a Roma".
Podemos coger el camino fácil en el que no aprenderemos demasiado, ni tendremos obstáculos que sortear. O por el contrario podemos escoger el camino más difícil, ese en el que nos caeremos en exceso, nos haremos cicatrices, y en el que aprenderemos como no volver a caer.
Cada cual es libre de elegir el que se quiera, pues al fin y al cabo, todos llegaremos tarde o temprano al mismo punto, y de ahí, por mucho que queramos, no se puede retroceder.

jueves, 10 de noviembre de 2011

La sonrisa en persona

Nunca había tenido en cuenta hacer una entrada sobre ella, pero creo que ya es hora de hacerlo.


Audrey Hepburn dijo en una ocasión: "Nací con una necesidad enorme del afecto, y una necesidad terrible de darlo"
Todos hemos podido disfrutar de películas como "Vacaciones en Roma", "Desayuno con diamantes" o "Sabrina" y por supuesto hemos podido valorarla como actriz. 
De hecho fue esta faceta la que hizo que la conociese físicamente, sin embargo, un día decidí averiguar más sobre aquella misteriosa chica de los pósters en blanco y negro que parecía una frívola actriz más. Y entonces fue cuando comprendí la frase que he adjuntado al principio,  pues mucho más lejos de la realidad, Audrey fue una actriz que gracias a su condición de famosa, pudo saciar su necesidad de dar todo su afecto ayudando a aquellos que más lo necesitaban.
Según su biografía, Audrey, había tenido una infancia dura, marcada por la guerra, en la que perdió a dos de sus hermanos (uno en un campo de concentración y otro en la resistencia). Audrey se había formado años atrás como bailarina y como actriz en Londres (ciudad en la que residió a partir de la separación de sus padres). Esa formación le sirvió para empezar a hacer pequeños papeles en algunas películas hasta que el director William Wyller le ofreció protagonizar la comedia Vacaciones en Roma, fue a partir de aquí cuando comenzó su estrellato. 
Podría pasarme horas escribiendo sobre su vida, sin embargo prefiero remarcar aquellos sucesos que más me llamaron la atención de ella, como por ejemplo el de su rechazo a la marca  Tiffany's, cuando ésta le ofreció ser imagen de sus joyas. Audrey pensó que era algo muy frívolo y que no iba con su estilo (una cosa era interpretar a un personaje, y otra muy distinta, convertirse en él)
Otro de los hechos que remarcaría sin ninguna duda es el de la decisión de dejar el cine por sus hijos, pues pensó que si seguía en aquel mundo, descuidaría el suyo propio, y supo elegir la familia antes que la fama. Aún así, la imagen de Audrey ya no se iría de nuestras cabezas y obviamente seguiría siendo una persona famosa (tanto que en la actualidad sigue siendo uno de los iconos de la moda más importantes), así que ella aprovecho toda aquella fama y toda su fortuna para ayudar a los más desfavorecidos, siendo nombrada embajadora de UNICEF en 1988. 
Podría hablaros también de sus amores, pero realmente no me interesan. 
Audrey murió víctima de un cáncer de colon. Cáncer que se llevó toda su generosidad y su vitalidad, aunque si algo nunca pudo llevarse aquella enfermedad, fue la vida en sí de Audrey, pues ella siempre seguirá en nuestro recuerdo. 





Escoge un día, disfrútalo a capa y espada, El día como viene, las personas que vienen. El pasado, creo que me ha ayudado a apreciar el presente. Y yo no quiero echar a perder nada de eso preocupándome por el futuro.



 Lo único que deseo es un cuarto en alguna parte, lejos del aire frío de la noche. Con una silla enorme, chocolate y una estufa a leña.

 A medida que se hace mayor, usted descubrirá que usted tiene dos manos, una para ayudarse a sí mismo y otra para ayudar a los demás.
Me gusta la gente que me hace reír. Sinceramente, creo que reír es la cosa que más me gusta. Cura una multitud de males y es probablemente la cosa más importante en una persona.


http://www.biografiasyvidas.com/actores/audrey_hepburn.htm

jueves, 1 de septiembre de 2011

Estereotipos.


A menudo nos convencen de que hay determinados momentos para realizar ciertas actividades. Es obvio que ir a bañarte en la playa solo se puede hacer cuando hay buen tiempo, aunque siempre hay algún loco que lo hace en pleno invierno, dicen que es bueno para la salud… Pero quiero ir más allá de un baño en Diciembre, quiero hacer ver, que no por ello es alguien raro. De hecho, a veces, de los normales es de quien debemos de preocuparnos.
Por ejemplo, suelen decirnos que el paraguas has de sacarlo cuando llueva, pero, ¿y si a mí me gusta sentir el agua de la lluvia mojando mi cara, o correr como una niña debajo de la lluvia dejando que las gotas empapen hasta el último recoveco de mi cuerpo?, de hecho, quizás no me guste el sol, y por eso quiera utilizar mi paraguas en pleno julio, para que el sol no roce mi piel. Supongo que estamos marcados por estereotipos, si alguien saliera a la calle con un paraguas un 15 de Julio, le miraríamos y cuchichearíamos con nuestro acompañante en ese momento, unas cuantas palabras tales como: “está loco”, “este tío es imbécil”. Pero ah, hace unos meses, escuché una frase que creo que me marcaría para el resto de mi vida: “estás loca, majareta, rematadamente ida, pero ¿sabes una cosa?, las mejores personas lo están”. Es cierto, dejemos que esa persona se esconda del sol y salude a la lluvia con miles de sonrisas, quizás esa persona sea bastante más feliz haciendo eso, que nosotros siguiendo las normas de la sociedad, como si fuéramos las más dignas ovejas del redil.  Dejemos que cada persona se marque sus pautas y sus normas, al fin y al cabo, nadie es libre para tirar la primera piedra, estoy segura de que todos, aunque sea en el lugar más escondido de nuestras vidas, hemos cometido alguna locura.

La Cala


Lucía el sol como hacía días que no lo hacía, entre los labios de Blanca se consumía la última calada de un cigarro rubio, no recuerdo muy bien la marca, la verdad. Acto seguido, abrió la ventana y arrojó la colilla desde un séptimo piso, cerró la ventana y se tiró sobre la cama. Estuvo allí tirada durante aproximadamente una hora, no quería dormirse, solo quería descansar su cuerpo. Después de ese intervalo de relajación, se sentó sobre el borde de su cama, y tocó el frío suelo con la punta de sus dedos, apoyó toda la suela y cogiendo impulso se levantó, abrió el armario, sacó su vestido largo, se lo puso, se calzó unas sandalias, cogió su bolso y se fue de casa. Empezó a caminar, poco a poco, su rumbo era decidido, sin embargo su paso no lo era tanto. Al cabo de media hora, quizá un poco más, llegó a aquella cala, “mi cala”, solía llamarla; era una pequeña  playa, prácticamente virgen, que inexplicablemente permanecía siempre vacía, bueno, siempre, excepto cuando Blanca se sentaba en su fina arena. Blanca, una vez más reposó su cuerpo en la arena, empezó a jugar con ella, cogía pequeños montoncitos de arena y después dejaba que los diminutos granos escaparan del cautiverio de sus manos, abriéndolas y provocando que estos se deslizaran entre sus dedos, estaba fría, al igual que el agua que mojaba sus pies, pues la marea empezaba a subir. Se me había pasado decir que eran las nueve de la noche, las ocho  en canarias, como diría cualquier medio de comunicación, (como si no lo supiéramos ya) Posó su vista en el horizonte, el viento empezaba a ondear su larga cabellera y sus ojos empezaban a tomar un cierto brillo por el reflejo del atardecer. De repente,  sintió su mano en la espalda, no le hizo falta ni mirar hacia atrás, conocía de sobra el calor de sus manos. Blanca se estremeció, esbozó una dulce sonrisa y reclinando su cabeza hacia atrás esperó a que él se agachara y le diese un beso.
Así fue, Eduardo encorvo un poco su espalda, dobló sus rodillas y le dio un beso a su chica. Minutos después, ellos estaban abrazados, acurrucados el uno junto al otro, hablando sin poder parar, hasta que sus ojos se cruzaban y no sin antes sonreír, se besaban. Una cosa, llevó a la otra, la otra, a la de más allá, y como cada atardecer acababan haciendo el amor, sin importarles si el vecino del quinto les podría estar viendo desde su balcón, tenían la percepción de que en ese momento solo estaban ellos dos, aunque en realidad en ese instante eran solo uno.
Y así, transcurrió aquel verano, así, sin que nadie más lo supiese, cada atardecer hasta que llegó Septiembre, el horizonte y aquella cala perdida, fueron testigos de aquel amor tan dulce. Después, cuando llegó el amargo Otoño, continuaron con sus vidas en la ciudad, ahora hacían el amor entre cuatro paredes, pero como un sabio amigo me dijo una vez, no importa el lugar, sino con quien. 

lunes, 28 de febrero de 2011

Recuerdos :)

"Te echo de menos". Cuántas veces habremos pronunciado estas palabras, dirigidas hacia personas que en ese momento no se encuentran físicamente a nuestro lado. Hoy, en uno de esos ratos en los que mi mente se evade del mundo real, me he puesto a pensar en el hecho de echar de menos, y he llegado a la conclusión de que hay dos formas de echar de menos; una de ellas es añorar a esas personas a las que no ves tan a menudo como te gustaría, pero sabes que aún en la distancia probablemente estén más cerca de ti que el compañero de la mesa de al lado. Y la otra de las formas, es cuando ya no podrás tener más a esa persona, bien sea porque murió, o porque por circunstancias de la vida esa determinada persona se fue alejando tanto de ti que ya casi no recuerdas su cara. Creo que es mucho más dolorosa la segunda forma de echar de menos, porque al fin y al cabo las personas a las que echas de menos pero puedes contar con ellas en cualquier momento, en cierta manera están a tu lado continuamente, mientras que las que ya  no están realmente han dejado un gran vacío en tu vida.
Dicen que no hay que llorar cuando algo se acaba, sino sonreír por lo que has vivido con esas personas, y en cierta manera es verdad, cuando echo de menos a personas que han pasado por mi vida y que por alguna razón ya no están, echo mano de los recuerdos, y sonrío, sonrío porque tuve la gran suerte de cruzarme con esas personas en mi vida, tuve la gran suerte de formar parte de sus vidas. Y es que, echas de menos cuando algo o alguien ha sido importante para ti.
Por lo tanto, prefiero sonreír pensando en todos los momentos que compartí con determinadas personas, que llorar porque ya no estén. De poco sirve lamentarse o llorar, si tienes la oportunidad de recuperarlas, hazlo, deja el orgullo o la vergüenza a un lado y diles lo mucho que les echas en falta, y si por el contrario, es imposible porque ya no están entre nosotros, no sirve de nada llorar, no por ello les vas a recuperar, estoy más que segura que ellos preferirían ver una sonrisa en mi cara al recordar los miles de momentos que he disfrutado a su lado. 


viernes, 21 de enero de 2011

PARA VOSOTROS :)


AQUÍ OS DEJO VARIOS TEXTOS PARA QUE OS SINTÁIS ORGULLOSOS/AS DE ESTAR ESTUDIANDO ESTA CARRERA :)

"SI UN DOCTOR, UN ABOGADO O UN DENTISTA TUVIERA A TREINTA PERSONAS O MÁS EN SU OFICINA A LA VEZ, TODAS CON DIFERENTES NECESIDADES Y ALGUNAS QUE NO QUIEREN ESTAR ALLÍ Y EL DOCTOR, ABOGADO O DENTISTA, SIN AYUDA, TUVIERA QUE TRATARLOS A TODOS CON EXCELENCIA PROFESIONAL DURANTE DIEZ MESES, ENTONCES PODRÍAN TENER UNA IDEA DE LO QUE ES EL TRABAJO DEL DOCENTE EN EL AULA".
(Kathy A. Megyeri. "Chocolate Caliente para el Alma de los Maestros")



Cuando digo que soy maestra de infantil, la gente, en general, responde con un ¡AH!, tan soso que te gustaría exclamar:
¿Dónde más podría atar lazos en el pelo, ajustar cinturones, y ver desfiles de moda a diario?.
¿Dónde aunque siempre me vista de la misma manera me dirán q mi vestido es el más bonito?
¿En qué sitio, sino allí, me abrazaría un apuesto jovencito y me dirá que me quiere?
¿Dónde eres tan importante que le has de limpiar los mocos a la estrella del desfile?
¿En qué otra parte olvidaría mis penas porque tengo que atender tantos arañazos, cocos y corazones afligidos?
¿Quién recibe más flores que yo?
¿Dónde más podría guiar, en la escritura de las primeras letras, una manita que quizá algún día escriba un libro?
¿En qué otro lugar recibiría el regalo de sonrisas?
¿En qué otro sitio me haría un retrato gratis?
¿En qué trabajo cuando faltas dos días te reciben con los brazos abiertos?
¿Dónde puedes ver en primera fila la ejecución de grandes obras de arte?
¿Dónde conservaría el alma joven, sino con un grupo cuya atención es tan efímera, que siempre debo tener a mano una caja de sorpresas?
¿En qué otro sitio derramaría lágrimas porque hay que dar por terminado un año de relaciones felices?


Porque cuando éramos peques jugamos a que les enseñábamos a las muñecas.
-Porque lo nuestro es mandar y que nos hagan caso.
-Porque gracias a nosotros los niños aprenden.
-Porque nos encanta demostrar cariño.
-Porque nuestra segunda casa es la biblioteca de la facultad.
-Porque nos encanta hacer trabajos mientras todos los demás estudian como locos.
-Porque nuestro sueño desde siempre es el de ser profesor@s.
-Porque merece la pena conocer a tus amigos de la facultad.
-Porque cuando todo el mundo se mete con tu carrera siempre hay un motivo para defenderla.
-Porque ¿y por qué no?
-Porque el q se porte mal se va a la puta calle.
-Porque donde todos ven un niño chico mocoso nosotr@s vemos un niño adorable.
-Porque todos tenemos un niño dentro.
-Porque después de estudiar haré oposiciones.
-Porque adoro a los niños.
-Porque prefiero ser profesora antes que ser madre con mi edad.
-Porque enseñaré a sumar a tus hijos.
-Porque siempre conoceré muchos más juegos que tú.
-Porque siempre estaré orgullos@ de tener a mi cargo más de 20 niños.
-Porque cuando acabe la carrera estaré aprobad@ en dar clases, enseñar juegos divertidos, jugar, cantar y bailar con los niños, hacer fichas y enseñar el valor de la amistad a niños de 3 años, cuando en verdad en mi titulación pone: Diplomado en magisterio infantil.
-Porque adoro mi carrera.
-Porque cuando llego a casa en vez de estudiar preparo los juegos del día siguiente.
-Porque quiero que los niños me digan “seño”.
-Porque quiero llevar a mis niños de excursión a la frutería de la esquina.
-Porque trabajar con niños es vivir la vida de otra manera distinta.
-Porque al que no le gusten los niños es un bicho raro.
-Porque el que no haya visto Panky Bruster, el Gato Isidoro, Oliver y Benji, de pequeño no ha tenido infancia.
-Porque el que vale, vale, y el que no pa ADE.
-Porque nos conocemos la vida de todos nuestros niños de pé a pá.
-Porque si volvieramos a nacer, volveríamos a poner magisterio de primera opción.
A TODOS LOS MAESTROS Y MAESTRAS DE EDUCACIÓN ESPECIAL,INFANTIL Y PRIMARIA QUE TANTO SIEMBRAN, PARA QUE OTROS RECOJAN, GRACIAS MAESTROS/AS.

Este es un vídeo de un niño para que veáis la capacidad que tienen para aprender desde pequeños :)

viernes, 14 de enero de 2011

La otra cara de las redes sociales

Hola a todos :)
 Aquí os dejo un artículo muy interesante sobre las redes sociales, que nos advierte de que éstas no solo son beneficiosas, sino que también tienen diversos inconvenientes que a primera vista no solemos apreciar. Este artículo va dirigido sobre todo a los padres de los alumnos, para que no permitan que sus hijos queden absortos el día de mañana por las redes sociales como: Facebook, Tuenti, Twitter, etc.




AGRÉGAME AL…
SERGIO CARRERA DA PALMA
PROFESOR


“Agrégame al Facebook”. Esta debe ser una de las frases más repetidas durante una noche de sábado en cualquier discoteca del mundo. La red social más famosa de Internet ha ido desterrando el intercambio de números de teléfonos entre los jóvenes y, cada vez más, entre los que no son tan jóvenes.
Hace poco más de cinco años si alguien escuchaba las palabras Hi5, Badoo, Facebook, Tuenti o Twitter hubiera pensado que se referían a nuevos grupos de música antes que a algo que ahora denominamos “redes sociales”. Pero en la Erade Internet, donde todo cambia en fracciones de segundo, cinco años son suficientes para pasar de no conocer algo, a no poder vivir sin ello, como ya pasó con los móviles y está empezando a pasar con las redes sociales.
Estas redes están al alza actualmente. Pocas son las personas que no están registradas en una, seguramente las mismas personas que una vez dijeron que no necesitarían un móvil para vivir, pero que con el tiempo, sucumbieron a la presión social y se compraron uno. Como en aquel caso, llegará el momento en el que deban rellenar el formulario de alguna red social para poder registrarse y de este modo poder ver las fotos que todo el mundo comenta de la última fi esta. Desgraciadamente en la sociedad en la que vivimos es muy complicado nadar contracorriente. Cuanto más éxito tenga algo, más fuerte es la corriente, hasta llegar a un momento en el que nos cansamos de luchar y nos dejamos llevar. ¿Cómo no voy a hacerme FaceBook?
Pero si cuando me compro un móvil nuevo lo primero que me pide es mi nombre y contraseña de FaceBook.
Inicios
La idea de crear una red social basada en Web se remonta a los años 80, cuando Internet estaba recién nacida. Geocities empezó a construir su comunidad y tuvo gran éxito en los años
90 y fue el tercer sitio más visto en 1998.
Cuando Internet empezaba a balbucear sus primeras palabras, a finales de los años 90, se empezaron a difundir páginas
Web con el único propósito de socializarse. Como es lógico no se parecían en nada a lo que hoy en día estamos acostumbrados, ya que su uso se limitaba a facilitar la comunicación entre los universitarios de alguna facultad en concreto. La idea de poder comunicarse entre compañeros a través de Internet era muy buena y muy cómoda (factor que posteriormente haría tan popular a este medio de comunicación).
Mientras la Red de Redes daba sus primeros pasos, a principios del 2000, apareció la red social MySpace, que tenía un funcionamiento muy simple: colgar fotos con alguna explicación y que los usuarios que entraban a verlas pudiesen comentarlas.
Google ya demostró en su momento que las ideas más simples son las que mayor éxito recaudan con el tiempo. Y así fue:
MySpace informó en 2005 que había conseguido más visitas que la todopoderosa Google. Parece ser que la simple idea de compartir fotos y comentarios tuvo mucho éxito entre los adolescentes americanos.
Mientras todo lo contado iba sucediendo, en la universidad de Harvard se iba gestando algo que cambiaría la forma de socializarse en el mundo: FaceBook. Un joven, Mark
Zuckerberg creó en 2003 lo que hoy llamamos Facebook, con la única finalidad de facilitar la comunicación entre sus compañeros de Harvard. Tanto era así, que únicamente podían registrarse alumnos de esta universidad, pero con el paso del tiempo y después de muchas peticiones de usuarios, Mark permitió que también se pudieran registrar personas de otras universidades. En septiembre de 2006 abrió las puertas de
FaceBook a todos los usuarios de Internet con una cuenta de correo electrónico.
Una vida paralela
El 23 de junio de 2003 se lanzó en Internet el Mundo
Virtual con más éxito hasta el momento: Second Life (“SL” para los amigos). Este peculiar mundo se basaba en un paisaje virtual (muy parecido al del juego Los Sims) donde podías pasear con tu personaje de 3D (llamado avatars) y visitar todos los rincones de este espacio imaginario. Hasta aquí no dejaba de ser una curiosa forma de pasar el rato. El éxito le llegó en 2006 cuando Second Life se convirtió en un segundo mundo donde vivir. Personas de 25 a
35 años confesaron que pasaban más de 15 horas diarias “viviendo” en SL, desplazando así su vida real por esta virtual. Había personas que trabajaban en las tiendas virtuales de grandes compañías de ropa o automóvil y ganaban Linden Dólar (que es la moneda de
SL, que luego podían canjear en dinero real). La sola idea de ver a un personaje en 3D virtual atendiéndote en una tienda virtual en un mundo virtual suena gracioso por no decir ridículo, pero lo preocupante es que funcionaba y compañías poderosas como
Adidas, Reebok, Toyota y Mercedes-Benz apostaron por ello; hasta el PP hizo un mitin virtual en el mundo de SL. Afortunadamente Second Life consiguió un éxito pasajero, y en 2010 ya hay escasez de personas atraídas por vidas paralelas en los mundos de píxeles y edificios en 3D. El problema de SL es que era tan real, que cada vez se parecía más a la vida cotidiana: trabajar, socializarse, problemas, preocupaciones, etc. y aunque tu personaje no tuviera tu misma apariencia o tu mismo nombre, llegaba un momento que tenía las mismas responsabilidades que en una vida real. Para la gente que buscara socializarse por la Red de redes, el mayor valor que proporciona Internet es el anonimato. Al conectarte desde un ordenador a una red social o un Chat puedes ser aquella persona que tú quieras, nadie tiene por qué saber tus verdaderos datos ni intereses, pudiendo crear un personaje con la historia que desees cada vez que entras, proporcionando vidas paralelas
a personas que están poco satisfechas con los logros conseguidos en la realidad, llegando a considerar que su mediocre vida real es un mero trámite para poder llegar a casa y conectarse a la Red donde sí disfrutan de una vida llena de éxitos y amigos.
Nueva socialización
En la sociedad que nos ha tocado vivir hay un Bien muy valioso que escasea cada vez más: el Tiempo. Por eso mismo gusta tanto que nos den soluciones para ahorrarlo. Hemos pasado de escribir a mano a escribir a máquina y ahora a que nos lo hagan todo los ordenadores; o preferimos una comida rápida basura a una comida  laboriosa sana. La conclusión es sencilla: somos muy vagos. Hemos logrado anteponer el ahorro de tiempo a la calidad, hasta el punto que empieza a brotar esa pereza para apoderarse de nuestras vidas sociales.
La llegada de las Redes Sociales supuso una forma rápida de mantener el contacto con un gran grupo de personas al mismo tiempo sin tener que “malgastar” gran cantidad de tiempo en ello. Utilizando unos pocos minutos diarios es posible establecer una conversación con cualquier persona, e incluso con más de una a la vez, sin la necesidad de tener ninguna clase de contacto físico, ni auditivo, ni visual; lo que permite poder estar haciendo más cosas al mismo tiempo.
En una conversación con una persona sin un contacto físico perdemos gran cantidad de información en forma de lenguaje no verbal. Un diálogo es la suma de las palabras, del tono y la expresión corporal de la persona con quien hablamos.
Muchas veces la suma de estos dos últimos factores es suficiente para saber lo que está pensando el otro, sin necesidad que lo explique con palabras.
Una conversación realizada exclusivamente con palabras como se hace en un Chat o una red social, carece de comunicación no verbal y hay una pérdida de información muy importante para poder llegar a comprender perfectamente el significado de esas letras. Para suplir esta carencia de expresiones emocionales en una conversación, se inventaron los emoticonos, que no son más que muñecos que intercalamos entre las palabras de nuestra conversación para expresar el estado de ánimo que tenemos al decir esa frase. La idea es muy ingeniosa y se ha integrado perfectamente en todas las conversaciones que realizamos a través de un texto (ya sea por Internet o por un mensaje corto desde el móvil), pero ¿Alguna vez te has mirado al espejo cuando envías un texto intercalando un icono sonriente? ¿Cuántas veces estás expresando la misma emoción que el icono que has mandado? Seguramente muchas veces sí o por lo menos en algunos casos. Lo que puedo asegurar es que no siempre expresas con tu rostro lo que mandas en forma de icono.
Estamos creando una forma de comunicarnos, de socializarnos, que nos está quitando calidad en las interacciones personales, las cuales son las que nos hacen ser lo que somos.
Alguien dijo una vez: “Nuestra personalidad es la suma de todas las personalidades de las personas que nos cruzamos a lo largo de nuestra vida”; yo lo he integrado de forma en que, si vemos un comportamiento que nos gusta en otra persona intentamos imitarlo, de la misma forma que si realiza algo que no es de nuestro agrado no queremos realizarlo nosotros. Por ello debemos cuidar nuestras relaciones personales y no darle toda la responsabilidad a las redes sociales, ya que existen otras formas de comunicarse que no excluyen las formas no verbales de comunicación: videoconferencia, webcam, etc. Muchas veces no podemos estar con la persona con la que hablamos, no por vagancia sino por problemas de accesibilidad.
Internet nos acerca a las personas lejanas, pero no debemos dejar que nos aleje de las personas cercanas.
Futuro
Para las personas, como nosotros, que hemos visto desde cero el crecimiento de las redes sociales y sabemos lo que es vivir con ellas y vivir sin ellas, conocemos dónde está el límite entre una red social como una herramienta para comunicarnos, a una red social como una forma de vida. Pero si desde que nacimos hubiéramos visto que todo el mundo se comunicaba a través de Internet y que se puede mantener una amistad sin la necesidad de conocer a la persona, probablemente también lo hubiéramos hecho. No porque creamos que es lo mejor, sino simplemente porque no conocemos otra cosa.
Cuando la gente mayor nos habla de que en su época tener televisión era un lujo o que casi no había coches e iban de un lado a otro montados en burros o caballos, lo vemos algo tan lejano que ni lo comprendemos. El mero hecho de ir de un lado a otro montado en burro nos parece ridículo o estar en el salón de casa sin la televisión sonando de fondo es hoy en día imposible. ¿Si no tenían televisión hacia donde orientaban los muebles?
Lo que quiero hacer entender es que no podemos echar en falta algo que no conocemos. Probablemente la persona que
nos explicó que iba en burro a todos los lados nos dará mil argumentos por los cuales es mejor ir montado en un animal que ir en un coche, pero al no conocer las dos experiencias no podemos elegir cuál es la mejor. Y volviendo al tema de las interacciones sociales, ahí va mi pregunta: ¿Pasará lo mismo con los hijos de nuestros hijos? ¿Se normalizará tanto la socialización por Internet que los niños del futuro verán ridículo ir a tomar un café con una persona para conversar?
“¡Qué ridículo!” puede ser la primera expresión que salga de la mente de cualquiera cuando se le plantea esta pregunta, pero si reflexionamos un poco no es tan ridícula la idea. Si hacemos un símil con otra nueva tecnología que entró en nuestras vidas, como es el teléfono móvil, vemos que no vamos mal encaminados al plantearnos estas preguntas. Yo tuve mi primer teléfono móvil a los 17 años y actualmente conozco niños de 6 años que tienen uno, y si le explicamos que antes no existían los móviles y llamábamos a los lugares y no a las personas, lo verá ridículo.
Por qué no pensar en un futuro muy lejano donde nos traen la comida a casa, tenemos un trabajo a través de Internet, mientras los niños estudian con su profesor virtual o por medio de video conferencia y a la hora del recreo juega a la consola con sus amigos de forma on-line… ¿estamos hablando del futuro?
Yo creo que no. Tecnológicamente estamos capacitados para poder tener una vida totalmente on-line, pero socialmente aún no estamos preparados. Esto irá normalizándose con el paso del tiempo hasta ver ridículo ir a tomar un café con una persona para conversar.
Demos un gran salto hacia delante en el tiempo y dejemos volar la imaginación para intentar predecir cómo será nuestra vida social en 50 años. Supongamos que Second Life volviese a tener un gran éxito y cada persona se relacionara con su muñeco virtual en un mundo virtual. Pero si aparte de poder ver y escuchar ese mundo, también inventaran una especie de traje con casco con el cual pudiéramos oler, sentir e incluso degustar ese mundo virtual, podríamos estar casi realmente en ese mundo y poder interactuar virtualmente con personas que estén físicamente a mucha distancia. Entonces dejarían de ser útiles los viajes, porque ya no necesitaríamos desplazarnos para poder estar con alguien o para poder ver algún sitio, ya que existiría su réplica virtual en nuestro mundo. Se llegaría a tal punto de perfección de esas sensaciones virtuales que no nos importaría si es real o no. ¿Y si es tan real que no somos capaces de diferenciar lo que es real de lo que es virtual? Suena a película de ciencia ficción y en realidad sale en la película  de Matrix (1999): “Entonces, ¿qué es lo real?, ¿cómo definir lo real?
Si hablas de lo que puedes sentir, oler, probar y ver, lo real son impulsos eléctricos que tu cerebro interpreta“
Llegado a este punto debo recordar una frase muy común: “A veces la ficción supera a la realidad”. La inyección de nuevas tecnologías en nuestra sociedad es tan paulatina que no somos conscientes de sus consecuencias. Esperemos que lo que acabo de predecir sea como la primera expresión que salió de nuestras mentes: ¡ridículo! Pero… ¿y si no lo es?



http://www.educacion.es/exterior/ad/es/publicaciones/Pirineos_6.pdf

Este es el link de la revista donde podréis encontrar el artículo, que se encuentra en la página 44.

Un saludo a todos. Y ya sabéis, tened cuidado con la otra cara de las redes sociales :)